La generación de hidrógeno renovable se ha convertido en uno de los grandes pilares de desarrollo económico de España, ya que es uno de los principales países productores de energías renovables con una elevada capacidad de exportación.

Para ello, además de la instalación de una potencia de renovables suficiente, se requiere una gran cantidad de agua, materia prima de cuya descomposición se obtiene el hidrógeno renovable. Es por esto por lo que la disponibilidad y tratamiento del agua se convierten en un aspecto clave para la ubicación y desarrollo de las plantas de electrolisis, para las que existe un objetivo gubernamental para 2030 de instalación de 4 GW de potencia para el país.

Se trata ahora de analizar otras fuentes de agua distintas del uso de agua potable para la generación de hidrógeno, al objeto de evitar la competencia con los usos prioritarios de consumo humano y agrícola, estudiando el uso de aguas residuales y de proceso, con análisis de los requerimientos de su tratamiento y su posible efecto sobre el electrolizador y la calidad del hidrógeno, para la producción a gran escala de hidrógeno verde.